Todo es real ... o ilusorio

todo puede ser o no ser,

según sea cómo uno se emplace.




Aquí,

en la intimidad del silencio,

frente al infinito

uno se juega la eternidad completa .
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viernes, 6 de julio de 2012

textos antiguos 7, el sentido de lo ceremonial





1977 Bombay, India. Silo sobre el sentido de lo ceremonial

... De manera que los sentimientos en sí no son verdaderos ni falsos. Ustedes saben bien que en Occidente y en otras partes del mundo, por amor se construye y también por razones amorosas hay gente que se suicida. Saben que por razones amorosas hay gente que mata a otra gente; y saben que por razones amorosas hay gente que ayuda a otra gente. Y ese fuerte motor en el corazón del hombre que es el sentimiento, puede aplicarse a una polea o a otra polea de la gran maquinaria del comportamiento humano. El sentimiento es el gran motor del ser humano.
     Hay otro sentimiento, como el sentimiento religioso. Por el sentimiento religioso se han movido pueblos enteros y han hecho grandes construcciones. También se han movilizado pueblos y han destruido grandes creaciones. No es culpa del sentimiento religioso. Ni tampoco es mérito del sentimiento religioso. El sentimiento religioso, como otros sentimientos, es una gran fuerza en el ser humano.
     Hay gente que no tiene Dios, pero tiene un fuerte sentimiento religioso. Y hay gente que tiene Dios y a veces su sentimiento religioso es escaso. Nosotros explicamos que no hay que confundir el objeto al cual se refiere el sentimiento con el sentimiento mismo. Una persona puede amar a otra y creer que esa persona es lo más extraordinario del mundo. Puede esa persona no ser lo más extraordinario del mundo y sin embargo el sentimiento sí ser verdadero.
     Uno puede creer en un Dios o en muchos dioses. Pero nosotros no decimos nada en torno a un Dios o muchos dioses. Nosotros decimos que hay un sentimiento que se orienta hacia la trascendencia, pero nada explicamos acerca del aspecto de la divinidad. Hay entre nuestros amigos muchos creyentes y muchos ateos. Y para nosotros todo está muy bien. Nosotros creemos que negar la existencia de los dioses, es como afirmarla. Nosotros creemos que impedir la creencia es como exigirla. Nosotros creemos en la libertad de la expresión del sentimiento humano. Nosotros no tratamos de acentuar las diferencias; nosotros tratamos de lanzar puentes de comunicación entre los seres humanos.
     En otras épocas se hablaba de los pontífices. Los pontífices eran aquellos que tendían puentes entre la divinidad y los hombres. Esos puentes se han roto. Es hora de construir puentes entre los hombres mismos. Pero hay muchos espacios vacíos entre los hombres. Hay muchas diferencias entre los hombres. Hay diferencias de lenguas, de edades, de razas. ¿Cómo construir puentes, ante semejantes diferencias? Sólo el sentimiento aglutina. El sentimiento es la fuerza que puede movilizar a los conjuntos y ojalá sea detrás de causas justas.
            Este es el sentido que tiene para nosotros el trabajo con el ceremonial. Para nosotros el ceremonial no está destinado a una divinidad. Para nosotros el ceremonial está destinado al sentimiento. Nosotros decimos que podemos creer o no creer en Dios; decimos que podemos creer o no creer en la inmortalidad; y decimos también que tenemos libertad para expresar nuestro sentimiento. Esta es una forma de tender puentes entre los seres humanos. Eso es lo que da posibilidad de participar en una misma comunidad con gente de distintas culturas y de distintas razas y de distintas lenguas y de distintas edades. Porque no acentuamos diferencias sino que destacamos la comunidad de sentimiento. Es nuestro problema tender puentes entre los seres humanos.
     Al empezar esta charla hablamos del problema del sufrimiento, hablamos de las tres vías, hablamos de la búsqueda de felicidad. Todo parecía estar reducido a un problema de conciencia individual. Pero dijimos que el ser humano vivía con otros seres humanos. Que no podía pretender su liberación individual y aislado. Y dijimos que viviendo en ese conjunto de seres humanos, y sintiendo el sufrimiento de esos conjuntos, algo debía hacer por él y por los conjuntos. Y no podía hacerlo de un modo directo. Debía buscar un modo de comunicarse con los conjuntos.
     ¿Y cómo hablar con los conjuntos de un modo común con tales diferencias? Será necesario tender puentes para hablar un mismo lenguaje y entonces encarar el problema del sufrimiento de modo conjunto.
     Si alguien quiere modificar un objetivo, lanzando pequeñas hojas de papel, estas hojas serían llevadas por el viento. Buenas hojas con buenas intenciones. Algunas hojas caerían sobre el objetivo. Otras hojas caerían fuera del objetivo. Pero ninguna tendría peso. Miles de hojas podríamos lanzar sobre el objetivo y ninguna lo modificaría. Tomemos todas esas hojas. Hagamos un fuerte paquete unido con esas hojas, y lancémoslo sobre el objetivo. Cambia enormemente la actividad del individuo aislado, de la actividad del individuo conectado por puentes con otros individuos.
            Nosotros queremos conectar al mundo con puentes. Queremos conectar todas las razas, queremos conectar las religiones, queremos conectar las lenguas y queremos conectar las edades. Y esto que parece imposible por el proceso mismo de las cosas, está sucediendo hoy en el mundo. Los pueblos tienden a conectarse. Hay impedimentos para esas conexiones. Impedimentos que nosotros no podemos vencer de un modo directo. Pero ya hay tendencia en el mundo a lo universal. Pueblos que van de un lado a otro, elementos que circulan entre pueblos. Culturas que comienzan a conocerse. Lenguajes que comienzan a hablarse comúnmente. Podríamos estar quietos esperando que el mismo proceso llevara en esa dirección. Pero nosotros vivimos en un momento determinado y en este momento hacemos nosotros nuestras cosas. Y hacemos nuestro aporte. La suma de aportes es un gran aporte. No es posible dar patadas contra una lanza. No es posible cambiar las cosas por el solo deseo de cambiarlas. Son miles las personas que quieren cambiar las cosas, dando con el pie contra una lanza. Nosotros decimos tender puentes y no dar con el pie contra una lanza.
            Nuestro trabajo entonces, no sólo se preocupa por problemas de sicología individual. Cuando alguien conecta con nosotros y empieza a trabajar con nosotros, no sólo se le explica que debe trabajar con su conciencia. Se le explica a él que debe explicar también a otros. Se le explica que debe abrir su corazón a otros, que no basta con un cambio en la situación de cada isla. El no puede cambiar realmente si no comunica con otros. El puede estar creyendo en su cambio sin tener referencia sobre lo que sucede a su alrededor. El puede creer que está despierto, y sin embargo está soñando que está despierto. Es necesario que él tenga referencias y para eso debe comunicarse y al comunicarse saber si está despierto o está soñando.
            Ese es el sentido de nuestra comunidad. Nosotros no planteamos el trabajo en términos aislados. Nosotros planteamos el trabajos en términos de comunidad. En términos de relación de unos con otros. En términos de intercambio de experiencia. No habiendo intercambio de experiencia no hay medida del cambio interno. De modo que no estamos pidiendo al ser humano que se aísle. Estamos pidiendo que se abra. Y al abrir tender puentes. No es mucho más difícil el sentido de nuestro trabajo que ese. Que cada uno trabaje sobre sí mismo está bien; pero que cada uno se relacione con otros. No es mucho más complejo que eso.
     Usamos numerosas técnicas. A unos les vienen bien unas, a otros, otras. A algunas personas les viene bien aprender a conocer sus tensiones, aflojar sus tensiones, para que todo funciones mejor. Es bueno conocer las tensiones. Es bueno saber qué crea tensión. Es bueno saber qué pasó con uno en su biografía. Es bueno hablar con el otro sobre lo que a uno le pasó. Es bueno crearle la posibilidad al otro de que se exprese. Cómo puede expresarse uno si nadie lo escucha. Necesitamos trabajar en comunidad. Es bueno explicar proyectos de uno al otro. Es bueno recibir la información del otro. ¿Cómo podría hacer uno cosas conjuntas sin hablar con otros? Es necesario trabajar en comunidad.
            Nosotros realizamos ciertas operaciones conjuntas a las que llamamos ceremonias. Esas ceremonias unen emotivamente. Permiten que las emociones se expresen. Permiten que las personas se liguen. Permiten que el tono general de las personas suba. Permiten tender puentes entre las personas. De manera que todo sentimiento como fuerza para nosotros es de importancia. Y es el sentimiento del amor, y el sentimiento religioso, y toda esa fuerte energía que hay en el interior del corazón del hombre. Esa es la que necesitamos para construir puentes de comunicación. Por eso trabajamos con ceremonias, que movilizan una fuerza y que unifican a los seres humanos. Quien crea en la divinidad, que lo exprese. Quien no crea en la divinidad, que lo exprese. Y esta cosa insólita que es la aparente diferencia entre los seres humanos, puede resolverse con mayor facilidad de lo que se cree. Esto es lo que vamos a hacer en estos momentos posteriores cuando entremos a trabajar en cuestiones de ceremonial. Lograr buenos tonos internos. Toda una correntada emotiva de unidad. Un buen estado interno.
            Hay un registro muy fácil para cada persona con respecto a las ceremonias. Si una persona entra en mal estado a la ceremonia y sale en buen estado, la ceremonia es buena. Si alguien entra en un mal estado y sale en un mal estado, la ceremonia no sirve. Si alguien entra en un buen estado y sale en un mal estado, debe huir de esa ceremonia.
     De manera que el registro es fácil para cualquier persona. Una persona llega por primera vez a una ceremonia nuestra y no sabe bien cómo es eso. No entiende bien porque no le han explicado; y sin embargo sale contenta. Esa ceremonia es buena para ella. Es así de fácil. Luego las explicaciones ayudarán a comprender de qué cosa se trata con exactitud. Recuerden que estamos movilizando el sentimiento de unidad entre los seres humanos. Y estamos tratando de lograr el sentimiento de unidad en cada una de las personas.
     Ese es todo el sentido de nuestras ceremonias. No hay más sentido que ese en nuestras ceremonias. Es demasiado simple el sentido de nuestras ceremonias. Y no hay que buscar más allá del sentimiento. Eso es todo lo que quería decirles en torno al problema del ceremonial.

1 comentario:

  1. Andrés coincido contigo, estos estadios, que solo se perciben cuando estás en ese infinito silencio, que da lugar a profundizar y conectar con los espacios sagrados, y otras realidades..Gracias por los aportes, sirven para cotejar registros y no sentirse que uno se enajena!
    Mabel Ochoa desde Barcelona.

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