Aproximación a nuestro punto de vista
extracto material antiguo no fidedigno atribuído a Silo, sin confirmar
La
realidad tiene diversos niveles, relacionados estructuralmente con los
distintos niveles de conciencia.
Todos los niveles existen simultáneamente, de tal forma que la
imagen de mundo que se tiene en vigilia ordinaria es tan cierta (desde ese
nivel) como la que tiene semisueño desde su nivel. Esto implica que el orden
que desde cierta zona de conciencia se percibe en la realidad coexiste con el
caos que se reconoce desde otra zona.
Entonces, sentido y sin-sentido son partes de la misma realidad, y
se podrán encontrar argumentos para una u otra perspectiva, ya que ambos tienen
existencia real y están en relación de complemento.
En esta perspectiva, no nos preguntamos si acaso el temor existe
porque existe el peligro o a la inversa, sino que se entiende que están en
relación estructural: para una piedra –imposibilitada de sentir temor– no puede
existir el peligro. Desde la perspectiva temerosa se percibe lo peligroso del
mundo: la realidad “es leída” de acuerdo a las formas y significaciones de esa
zona estructuradora.
Al ser la realidad infinita (y por estar en estructura con la
conciencia), puede verse de infinitas formas: es bella, ridícula, dura, flexible,
aburrida, alegre, triste, peligrosa, segura, simple, complicada, etc.
Encontraremos muchos testimonios de la diversa forma como la
realidad se ha mostrado a cada conciencia en particular y a las diferentes
conciencias. Esto explica las profundas divergencias intersubjetivas y las
diferentes formas como cada conciencia siente, entiende y actúa en el mundo.
La conciencia está encadenada a sentir el mundo tal cual se le ha
manifestado a través de su particular experiencia. No obstante, el reconocimiento
de tal encadenamiento y/o las experiencias que le muestran la misma realidad
desde otro ángulo, le abren la posibilidad de ampliar el repertorio de estructuraciones
del mundo hasta comprender la multiplicidad y relatividad de los puntos de
vista.
En este punto de comprensión aparece la posibilidad del manejo
voluntario de los puntos de vista, o, dicho de otra forma, el control del nivel
de relación conciencia-mundo.
Ante cada paso que se da en el mundo, aparece el SI y el NO, como
reales posibilidades, y con sus argumentaciones, climas emotivos y actitudes
motrices, que corresponden a lo positivo y lo negativo del individuo enfrentado
a una realidad contradictoria.
Todo puede ser y no ser, o más aún, todo es y no es. El entorno de
Ser es el No-Ser, sin este no podría existir. El reconocimiento de la
existencia real de ambos polos implica la posibilidad de elegir una u otra vía:
la de la fe en el plan del Universo, la del entusiasmo y la actividad creadora,
la de la autoafirmación del Ser en uno y en Mundo, o la vía del escepticismo
paralizante, de la duda en las propias posibilidades creadoras, del sin-sentido
y la apatía.
A este nivel de comprensión, la elección implica la aceptación de
lo no-elegido: el estar concientemente en la perspectiva donde el hombre es
creador implica reconocer la existencia de zonas de conciencia donde al hombre
“todo-le-sucede”. El desarrollo de la voluntad es lo que permite manejar el
desplazamiento por las diversas zonas de conciencia, con sus correspondientes
“imágenes de mundo”: tal cosa es la libertad. Podemos verificar, no obstante,
dificultad para dejar ciertas áreas de relación conciencia-mundo, que aparecen
como fijaciones: tal cosa es el encadenamiento. Nosotros reconocemos la
presencia de la libertad y el encadenamiento (sin el cual no habría proceso de
liberación), en relación dialéctica de complemento.
De manera que la presencia del encadenamiento nos delimita el
camino de la libertad. Así, recuperamos lo negativo en función del desarrollo y
evolución de lo positivo.
Nuestro punto de vista tiene, entonces, completa coherencia
interna, ya que acepta, a otro nivel de estructuración, la presencia de la
incoherencia.
Lo que interesa de tal coherencia es la armonía que establece
entre el desarrollo del Ser y la felicidad personal, de manera que la felicidad
es la exacta sensación que corresponde a la realización del Ser.
Si no fuera así, la vida no tendría sentido. Y para nosotros tiene
sentido.
Como la existencia de un camino verdadero implica la existencia de
caminos falsos, tenemos que la realización del Ser sin felicidad es una falsa
realización del Ser, y que una felicidad sin desarrollo del Ser es una falsa
felicidad.
I - Del hastío de sí mismo
Siempre
lo mismo para el amante de la rutina,
aunque la
adorne de proyectos e ilusiones,
siempre
venerando la costumbre,
imitando
al guerrero,
simulando
al poeta...
una sola
invitación puedo hacerte:
¡Revienta!
No
busques problemas que resolver,
ni cosas
inconclusas que terminar,
ni
obstáculos que saltar:
ese es el
juego que te mantiene
enredado
en tu propia telaraña.
No
evoques recuerdos.
No le
entregues tu propia fuerza
al
adversario.
Haz que
tu hastío sea realmente absoluto,
Haz que
tu disponibilidad sea verdadera.
No temas
perder algo,
porque de
nada eres el dueño:
Todo
pertenece al Universo
del que
tú formas parte.
II -
Sobre el Principio
1. Aquella mujer
de
hermoso cuerpo y celestial rostro,
de fresca
espontaneidad… amable y tierna,
es digna
de tu amor más fuerte.
2. Pero tanto la belleza de esa joven,
como los
sentimientos que en ti despierta,
obedecen
a leyes de vida.
3. La armonía de esa música es lo manifiesto;
aquello
que hace que sea cantada,
y por ti
escuchada,
es lo
permanente.
4. El vuelo de una gaviota es lo transitorio,
el
principio que está detrás de ese vuelo,
y que lo
rige,
y que le
da forma y contenido,
color y
movimiento,
aquello
es lo eterno.
5. Lo que tú haces o dejas de hacer
es lo
circunstancial,
el
principio que te mueve a actuar
es lo
permanente.
6. Aquel principio está en ti
como en
todo lo viviente.
Aunque se
manifiesta de infinitas formas,
para
llegar a él cada ser debe seguir
una sola
vía: la suya propia.
7. Se llega al Principio
renunciando
a lo secundario
abandonando
las particularidades individuales,
desadhiriendo
de las partes,
despegando
de lo transitorio.
8. El renunciamiento no es
inmolación
o sacrificio de lo viviente.
Es el
reconocimiento profundo y real
de lo
ilusorio en uno y en el mundo.
9. Un sacrificio de los ídolos
a los que se está atado,
y de los fantasmas que te alejan de la luz.
IV - El Salto hacia lo nuevo
Cada paso
que el hombre da
ya ha
sido dado por otro hombre;
Es lo que
le permite marchar con cálida tranquilidad.
Cada
emoción que lo sobrecoge,
ya ha
sido sentida por otro.
Cada idea
que discurre,
ha sido
ya pensada.
Cuando se
aventura a salir del círculo,
deviene
en pionero, en explorador del Universo.
En este
punto,
cada paso
que da
le deja
el abismo del vacío a sus pies.
No hay
pautas ni referencias
ni
teorías ni doctrinas;
todo
permanece a la espera
de
significado y sentido.
V - Constataciones
1. La naturaleza actúa estadísticamente:
genera
una inmensa presión cuantitativa
para
producir saltos de calidad.
De la
infinita gama de posibilidades
sólo se
actualiza una.
2. El azar se formaliza
a través
de la selección natural.
3. El juego amoroso entre los
sexos
es símbolo
de una verdad esotérica.
4. Todo avance es selección de
posibilidades,
restringiendo
la acción del azar.
5. El concepto que el hombre tiene de sí mismo,
es
reflejo del concepto que el medio tiene de él.
6. No se debe malgastar la
energía
tratando
de cambiar el tipo de hombre.
El
antecesor del hombre en el proceso evolutivo
no quiso
ser el mejor mono,
sino
superar su condición de tal.
7. El combate no se gana sólo
con buenas intenciones:
se
necesita un músculo apto para la destrucción y la construcción,
una mente
educada y despierta,
un
corazón amante y valeroso.
8. Si no hay falsedad,
lo
externo concomita con lo interno.
Si no hay
trucos,
una buena
cáscara corresponde a un buen fruto.
Si no hay
compensación,
el estilo
externo refleja el orden interior.
9. La manifestación de la unidad esencial es lo múltiple.
El hombre ha de aceptar la multiplicidad en sí mismo.
10. Existen argumentos para todas las actitudes internas:
la
humildad y el orgullo, la mentira y la verdad,
la pereza
y la laboriosidad, el temor y el valor.
11. Es posible aceptarse sin intentar cambio alguno de sí mismo.
Es igualmente justificable la actitud inversa.
12. Hay un momento histórico en donde el hombre despierta
a la
posibilidad de transformar la sociedad y su propia estructura mental.
13. Transformar sin conocer, dice el pragmático.
Nada
puede ser cambiado, responde el pasivo.
Descubre
las leyes y asesta tu golpe, recomienda el que experimenta.
14. Lo permanente es la necesidad evolutiva,
y lo
fenomenológico, la forma en que se asume.
15. La conciencia humana
adquiere cierta autonomía
en relación al “encadenamiento de la naturaleza”.
Tal
autonomía le confiere posibilidades ascendentes y descendentes:
la
"virtud": superación del encadenamiento animal; y
el
"pecado": infracción de las leyes naturales.
16. El despertar no puede estar movido
por el
temor a quedarse dormido.
17. La imperfección se compensa
con el ensueño de la perfección,
la
transitoriedad con el ensueño de lo eterno,
la
finitud con el ensueño de lo infinito.
18. La Perfección, la Eternidad y lo Infinito
no
requieren, por cierto, de compensaciones.
Necesitan
manifestaciones, que son imperfectas,
ya que no
reflejan la totalidad del ser.
- La naturaleza no es lo que parece ser,
y harto
trabajo cuesta develar lo que detrás de la apariencia yace.
20. El hombre ha heredado de la naturaleza su capacidad
de
aparentar lo que no es. El hombre sabio no se resiente por
este
juego, sino que trata de descubrir el secreto.
21. El operador debe dar a las imágenes el carácter instrumental
que
tienen: se utilizan como piezas de ajedrez, y su valor es
relativo
a los objetivos buscados.
22. Quien siente que “no tiene nada que perder” marcha sin tensiones
ni inhibiciones. Quien siente que posee una capacidad ilimitada, crea las
condiciones psicológicas para actualizar lo mejor de sí.
23. En la relación
conciencia-mundo, lo que no entrega la razón
lIénalo
la imaginación de contenidos fantásticos.
24. El temor aleja al hombre de la luz
con la misma fuerza con que sus deseos
lo mantienen atado a la oscuridad.
VI - Tesis de Trabajo Interno
1. El
hombre superior aparece cuando han sido agotados los recursos ordinarios del
hombre común.
2.
Aparece como necesidad en el proceso de desarrollo, y no como sucedáneo de
este.
3. Surge
en determinado momento del desarrollo humano, asumiendo lo mejor de las etapas
anteriores, y no como sustituto del compromiso con la evolución.
4. Las
facultades superiores conectan desde lo mejor de las facultades ordinarias del
hombre.
5. A través de su acción más elevada, el Principio Activo se le
manifiesta. A través de su más intenso amor, el Amor Universal se presenta en
él. Por su reflexión más profunda la Inteligencia Infinita
conecta.
6. Todo
pensamiento o emoción es un acto, como de actos está compuesta la respiración o
la digestión.
7. En tal
sentido, la acción no puede ser reducida a función del centro motriz, ya que lo
envuelve todo.
8. Una
división adecuada para el trabajo es entre lo interno y lo externo.
9.
Pretender desarrollar y efectivizar la acción en el medio sin tocar el
intelecto (ideas y creencias dominantes) y la emotiva (adherencias, valores) es
no comprender la relación entre lo interno y su manifestación.
10. El
bio-tipo se define por cuanto toda la estructura psico-fisiológica actúa en
función de un centro, el cual asume el rol de centro de gravedad.
11.
Desbloquear la motricidad implica crear condiciones intelectuales y emotivas
para tal desbloqueo. Mas aún cuando se comprende que gran parte de la ruptura
de continuidad entre lo interno y su manifestación se produce por tales
condiciones.
12. La
acción es la clave del progreso, del avance y la evolución.
13. El
hombre puede pasarse la vida especulando, sin progresar un paso, salvo en su
capacidad y repertorio especulativo.
14. El
hombre puede pasarse la vida sintiendo, sin avanzar un paso, salvo en su
capacidad y repertorio sentimental.
15. La
acción orienta el pensar y le define problemas concretos; canaliza las
emociones que de otra forma se desbordarían en una orgía emocional.
16. Es
necesario aprender a administrar los recursos energéticos: poner la acción en
el centro, y la energía en la acción.
17. De
esta manera se seleccionan sólo las emociones que contribuyen a la acción, y
sólo los pensamientos que la orienten.
18. Sólo
así puede salirse de ese remedo de vientre materno que es el tibio y
descomprometido encerramiento en el propio psiquismo.
19. El
hombre se acerca a lo que le produce temor con la misma fuerza con que se aleja
de ello.
20. Lo
peligroso ejerce atracción y repulsión con la misma intensidad. Es un constante
probarse o protegerse: así aparecen los audaces y los temerosos.
16a. De
esta forma no se detiene la energía en el puro pensamiento o en la pura
emoción, sino que recorre el circuito natural de la energía:
exterior-interior-exterior.
16b. El
cuerpo debe ser educado para que refleje, sin abemolamientos, lo interno del
hombre: es tender un puente hacia el vacío.
17. El
hombre es la mediana estadística de sus actos.
…Aún
cuando tenga actos contradictorios, tiene una tendencia central: ella lo
define.
18. En
momentos de exaltación y fuerza interna, el hombre desprecia lo externo, los
obstáculos, las redes y cadenas.
En
momentos de depresión y debilidad interior, el hombre se aferra a lo externo...
personas. cosas, ideas.
19. Por
eso, decisiones tomadas en determinado estado interior son abominadas cuando se
cambia de estado.
20. Todo
lo importante que el hombre hace en su vida, lo hace desde estados de fuerza y
exaltación: los únicos que pueden romper los convencionalismos,
condicionamientos y encadenamientos del sistema.
21. Su
otra posibilidad es crecer para el sistema y permanecer en zonas seguras,
escuchando las voces de la debilidad, que le hablaron en nombre del sentido
común.
22. El
vacío será sobre los que no fueron capaces de vivir su propia vida, y
deambularon sobrios y formales por agradar a otros hombres.
23. El
desorden interno sólo puede ser superado a través de una voluntad que domine y
controle las emociones y pensamientos. Tal voluntad. como cualquier otra
facultad, se desarrolla en tanto se ejercita.
24. La
voluntad ordinaria, en su máxima expresión. conecta con la zona de conciencia
en donde radica el poder sobre el cuerpo. Esto queda de manifiesto cuando –por
drogas, hipnosis o situaciones límite– se rompe el bloqueo hacia tal zona, y el
hombre realiza prodigios que no logra explicarse.
VII - Mitología de la Liberación
1. Se le ha conferido al
guerrero
la
antorcha de la luz
ante la
que retroceden los enemigos.
El
guerrero debe saber
que la
fuerza de cada adversario derrotado
pasa a su
lado
y lo
fortalece.
Su
antorcha es la sortija encantada,
la vara
mágica, la espada invencible,
la
lámpara de Aladino,
de los
cuentos que nos llegan del pasado.
Con ella
puede sentirse seguro
de alumbrar
su última victoria.
2. El enemigo con que ahora lucha
es su
último y más peligroso adversario.
Aquel que
lo tiene convencido de que no es necesario luchar en su contra, y lo doblega a
través de sí mismo.
Aquel que
se disfraza con los ropajes
de la
ironía, el aburrimiento o el desprecio,
y le
demuestra que su lucha carece de sentido,
y lo
invita a la tibieza del menor esfuerzo.
- El guerrero recordó
antes de que fuera demasiado tarde
su compromiso con lo luminoso, su decisión de ascenso.
Aprendió su truco
y hoy combate el sin-sentido
con el sin-sentido del sin-sentido.
IX - Autoafirmación
Autoafirmarse
es aceptarse tal cual uno es. Es cantarle a la propia individualidad.
Es asumir
la propia responsabilidad evolutiva, y no huir de lo triste o lo alegre, del
peligro o la seguridad.
Autoafirmarse
es afirmar a los otros y a todo lo viviente.
Es
reconocerse soldado biológica, intelectual y emotivamente con lo que existe; y,
más allá, con lo no-existente.
Es verse
fundido genética y culturalmente con toda la humanidad.
Autoafirmarse
es ayudar y ser ayudado, es dar y recibir, es buscar y ser buscado. Es seleccionar
y aceptar que otros seleccionen.
Autoafirmarse
es afirmar millones de años de desarrollo evolutivo, millares de pueblos, centenares
de civilizaciones, decenas de edades.
Es
afirmar el Universo, del que somos símbolo e imagen. Es sentirse una avanzada
de la naturaleza en el proceso creativo.
Libertad
es estar al borde de lo creado, dejar las zonas seguras.
Es un
salto al vacío: el abandono del movimiento circular.
Es
salirse del molde, y crear el mundo, y tomar decisiones aceptando de antemano
el riesgo del error.
Locura es
atreverse a romper lo establecido, es dejar el cálculo denso, las tensiones por
los bienes, la respuesta programada.
Es
salirse del esquema: la jugada maestra, la improvisación de la vida, el humor
integral.
Es
abandonar la tragedia de la vida, para pasar a la comedia, sin sentirse
obligado a demostrar su locura.
Es dejar
la gravedad ajena por la verdad propia.
Mirar
hacia adelante significa no ceder al embrujo de los recuerdos, no dejarse
seducir por ilusiones... por lo que pudo haberse hecho.
Significa
estar dispuesto a abandonarlo todo, comenzar desde cero, dejar la ilusión de
que se tiene.
Mirar
hacia adelante significa marchar al ritmo del Universo, donde cada día es
insustituible, aunque haya millones de días; y donde en cada hora hay infinitos
actos, y en cada minuto creación y destrucción. Donde cada instante se conecta
con la eternidad.
Valor es
ser uno mismo en todo momento y en cualquier circunstancia; es salirse de la
mentación ordinaria abandonando la cautela, el cálculo y las suposiciones.
Es
escapar al encadenamiento de los conceptos sobre muerte, sufrimiento, dolor.
Es saltar
las vallas de la racionalidad estrecha, del sentido común y las consideraciones
aprendidas, e irrumpir libre en una dimensión limpia, clara y llena de sentido.
Ser pillo
es andar atento a las circunstancias, y saber jugar con la vida, con el mundo y
con los hombres.
Ser pillo
es estar activo, en mente y cuerpo: reconocer la oportunidad y las señales que
la preceden.
Ser pillo
es derrotar la fatalidad, lo denso, lo grave que hay en cada uno: es ser
cuentista, mago, ilusionista y timador.
X - Recomendaciones para el
Camino Interno
Por
misterioso acuerdo universal algo (concreto y determinado) es lo más importante
hoy, pero no mañana. Por igual razón, mañana tendrá su propio afán y así, con
naturalidad, todas tus fuerzas se volcarán hacia él.
1. No te andes preocupando si algo quedó inconcluso.
Todas las
semanas tienen sus lunes y los días sus amaneceres. Si algo merecía resolverse
tarde o temprano volverá.
2. De manera que no mires hacia atrás, no quedes enredado en ensueños
de perfecciones. Podría suceder que quedes petrificado, como alguien antes que
tú ha quedado.
3.
Siempre hay otra oportunidad. Esclarece tus objetivos y mantente al acecho.
4. Cuida
en cada acto querido, en cada afán u ocupación, de despejar lo mejor que puedas
el resto de posibilidades.
5. Sé
impecable como el Padre Celestial es impecable, nítido, y se transparenta en
cada acto particular, y por tanto en el Universo entero.
6. No
dejes que otros rollos interfieran y le resten nitidez a tu actividad.
7.
Restituye el sagrado y natural vínculo entre lo universal y lo particular,
entre la esencia y su manifestación.
8. Todo
está hecho para que sin compulsiones ni inmolaciones logres la cima: sólo se te
pide que no confundas los planos, ni pierdas las proporciones.
9.
Aquella fuerza que hace que las cosas sean como son, también por cierto está
presente en ti, y hace que tú seas como eres.
10.
Ningún adelanto en sentido profundo y personal podrás lograr si no tomas
contacto con aquella eterna, perfecta y autogenerada fuerza.
11. El
camino que a ella te lleva es responsabilidad tuya y en su búsqueda tendrás que
poner toda tu disciplina, tu imaginación y amor.
12. No te
impacientes ni quieras hacer todo a la vez: cada cosa, cada actividad tiene su
tiempo.
13. Actúa
de acuerdo a tu propia conciencia, y no te avergüences de confesar tus razones
más profundas.
14. A tu nivel no existe la panacea universal, cada fuerza tiene su
contraria. Recuerda esto en cada combate, y aprende a aplicar el golpe adecuado
para cada ocasión.
15.
Permanece en esos estados mentales en donde creas en esto que te digo. Si no lo
haces, vuelve la mentación ordinaria con sus preocupaciones y afanes.
16. Si
has desmontado mitos, creencias y supersticiones, y te has quedado solo, sin
compañeros ni camaradas, no traiciones esa bendita soledad. Sé fiel a lo que
internamente se te revela.
17. No te
cobijes en el rebaño porque tendrás que recuperar –tarde o temprano– ese trecho
que retrocediste.
18.
Permite que lo luminoso dé –a través tuyo– el verdadero sentido al mundo:
destruye aquello que se mantiene gracias a tu ignorancia y debilidad.
19. No
busques la perfección antes de actuar, porque serás semejante a quien quiere
aprender a hablar antes de usar palabras.
20. Tu
propio camino debes seguir para encontrar a tu Dios Interior. Cristo, Buda o
Mahoma así lo hicieron, y pudieron encontrarse a sí mismos como hijos del Dios
Viviente.
21. Todo
lo viviente en nuestro universo tiene momentos activos y pasivos. Cuando te
canses de tu lucha, no reniegues de ella: descansa. Aprender a retirarse es
también un arte del guerrero.
22. “Soy
el que soy” dice el que marcha en su camino, sin poses ni justificaciones, ni
deseos de agradar a los hombres.
23.
Destruye los sentimientos de culpa, cualquiera sean los argumentos con que se
te presenten. Aprende a ver detrás de ellos las falsas premisas de los
enterradores del espíritu.
24. Las
emociones negativas surgen cuando algo anda mal. Son indicadores de la
naturaleza. No gastes tus energías combatiéndolas, sino que atiende a la
dificultad que las genera.
XI - Sobre la Trascendencia
Toda
manifestación está ligada indisolublemente al principio del cual es expresión.
1.
Sacerdotes, líderes y reyes supieron aprovechar el impulso a la trascendencia
que yace en cada hombre, para que sacrificara sus particulares intereses en
aras de “objetivos superiores”.
2. De
esta forma, el hombre sacrificó deseos, derechos, sentimientos y, a veces,
hasta la propia vida por lo que le dijeron.
3. Es una
aberración creer que sacrificando al hombre se llega al superhombre. Libertad
es reconocimiento de la necesidad.
4. El
hombre tiene que aceptar y asumir sus necesidades, deseos y actividades
terrenales. De esta forma, en la dimensión espiritual no actuará
compulsivamente, tratando de compensar sus carencias físicas.
5. Quien
necesite sentirse renunciando a parte de la vida para obtener como recompensa
un premio en el cielo, va por camino errado: el cielo no está a la venta, salvo
para los estúpidos.
6. La
renuncia se impone por sí misma cuando se alumbra un nuevo nivel del ser. Es
así como la mariposa abandona su nivel de oruga.
7. Nacer
de nuevo es dejar el capullo de creencias sociales, romper el cascarón de
doctrinas moralizantes, salir del vientre materno y actuar en el mundo de
acuerdo a la propia naturaleza.
8. El
hombre debe realizarse en todos los planos de su existencia. El regulador de
tal realización son las emociones: lo que el sujeto realmente desea, lo que
quiere en lo más profundo de sí, eso debe hacer.
9. La
naturaleza controla de ese modo la conservación y evolución de la vida.
10. El
dolor es señal de peligro o dificultad. El organismo viviente reacciona
alejándose de la fuente de dolor, y la vida se conserva.
11. En el
plano psicológico, el sufrimiento se genera por las contradicciones internas
(entre necesidades y posibilidades del medio, entre deseos y creencias
morales...)
12. La
correcta solución de tales contradicciones es siempre lo que hace más feliz al
hombre: la que lo libera de suposiciones, represiones y creencias generadoras
de sentimientos de culpa.
13. El
hombre debe superar sus contradicciones siendo leal consigo mismo, y no con
doctrinas sobre lo bueno y lo malo.
14. El
universo está en expansión: la conciencia también tiene que expandirse, pasando
por sobre cercos, sentimientos de culpa y prohibiciones.
15. Lo
que se quiere es lo único que no necesita ser justificado para tener sentido.
16. Es
auténtico quien se ajusta a su propia moral y a sus propias reglas. Sólo así se
es bueno: el resto son poses que se nutren de la debilidad y el temor.
17.
Finalmente, de lo que aquí se ha dicho, sólo aquello que te resulte liberador
es válido para ti.
Los
caminos hacia la trascendencia tienen momentos de identidad y de
diferenciación, los primeros son los permanentes, y los segundos dependen de
las particularidades de cada caminante.
18. Cada
hombre lleva dentro de sí su propio vehículo para la trascendencia. Cada hombre
tiene su Dios Interior: debe aprender a escucharlo y ser leal a sus
revelaciones.
19. La
felicidad verdadera es incompatible con cualquier represión, privación o limitación,
con la moral del sistema y de los anti-sistema.
20. Dios
es, también, cuestión de sensaciones: aquella representación que vaya
acompañada de los tonos síquicos más intensamente alegres es la que te
corresponde.
XII - El Proyecto Personal
1. El
proyecto personal es la formalización (en correspondencia con el nivel de ser
de cada cual) del camino. Comparte, por tanto, sus rasgos esenciales.
2. Todo
orden, en una perspectiva evolutiva, es mejor que el desorden; y cualquier
proyecto, en el espíritu del desarrollo ascendente, es mejor que marchar a la
deriva.
3. El
camino es la certeza, es armonía, paz, entusiasmo, amor y fuerza. Fuera del
camino está su opuesto.
4. Quien
marcha por su camino no lo cuestiona. Voluntad y conciencia son una misma cosa
en la realización del ser.
5. En el
camino se es creador, audaz y seguro de sí mismo. Querer estar en el camino es
no estarlo.
6. El
camino es tu camino. Imitar y compararse es alejarse del camino.
7.
Probarse a sí mismo es ponerse en tela de juicio. Es dudar de uno mismo y por
tanto de su camino. Dudar del camino es abandonarlo.
8. Estar
en el camino es ser uno mismo. En este sentido, “uno es el camino, y la verdad
y la vida”.
9. El
hombre puede llegar a saber el camino, pero sin una fuerte voluntad de ascenso
no podrá seguirlo.
10. Las
decisiones son los actos de la voluntad. La voluntad es el instrumento a través
del cual se pueden armonizar pensamientos, sentimientos y acciones.
11. La
debilidad de carácter es la antítesis de la voluntad. La falta de voluntad es
una enfermedad cuyo síndrome es dejarse arrastrar.
12. La
posibilidad de ser débil o voluntarioso existe en todo momento, así como en
todo momento existe la luz y la oscuridad, la duda y la fe, la confusión y la
claridad. La libertad del hombre consiste en que puede elegir una u otra vía.
13. La
voluntad es la libre selección de posibilidades. Es no cederle ese privilegio
al cuerpo, a las circunstancias o a voluntades externas.
14. El
ejercicio de la voluntad es la verdadera autoafirmación, y su fortalecimiento,
el verdadero trabajo del hombre.
15. La
voluntad universal es la fuerza que hace que las cosas sean como son. La
voluntad del hombre es el camino natural para ponerse en contacto con ella.
16. Sin
voluntad al hombre todo le sucede: nada puede hacer.
17. La
voluntad no puede ejercitarse en abstracto. Debe ejercerse sobre tareas y
circunstancias concretas.
18. En el
proyecto personal –en tanto realización del ser– concurren la conciencia y la
voluntad, la razón y la fuerza.
19.
Cuando se pone voluntad en un propósito, la diferencia se nota en términos de
la fuerza de los actos, de la seguridad, confianza y energía con que se
ejecutan.
20. De
las infinitas combinaciones posibles del psiquismo humano, la cultura y las
circunstancias realizan una selección, involuntaria e inconsciente para el
hombre.
21. Si ha
desmitificado lo que le enseñaron que debía hacer, sentir, pensar y creer, el
vacío queda a sus pies. El proyecto personal, en tanto selección consciente y
voluntaria de posibles quehaceres, es un puente tendido hacia el futuro.
Implica, por tanto, responsabilidad creadora.
22. Todo
proyecto implica definir lo que se quiere, y reproducir en maqueta, con ayuda
de la imaginación, las operaciones y combinaciones que se requieren para llegar
a ello.
23.
Diseñado el proyecto, el hombre desarrolla su voluntad en el esfuerzo por
lIevarlo a cabo. En la lucha por conseguir sus objetivos, se pone real (y no
imaginariamente) en presencia de sus dificultades personales, de sus bloqueos y
represiones.
24. El
proyecto personal debe contener los deseos más intensos: de allí saca la
energía movilizadora. Los deseos son el verdadero caballo que te impulsa hacia
delante: hay que aprender a montarlo.
25. Los
estados de ánimo son numerosos, y dependen de las circunstancias y las propias
tendencias. El hombre debe repasar diariamente sus propósitos y principios para
polarizarse en la dirección libremente escogida.
Material no fidedigno, atribuido a Silo.