Todo es real ... o ilusorio

todo puede ser o no ser,

según sea cómo uno se emplace.




Aquí,

en la intimidad del silencio,

frente al infinito

uno se juega la eternidad completa .
..






viernes, 1 de julio de 2016

Me ocurrió tres veces...







Jano Arrechea




Me ocurrió una vez. Íbamos viajando por la extensa Pampa argentina….y clavé mi mirada en la planicie interminable….y me fui trasladando desde la ventanilla del auto hasta ese horizonte falsamente infinito.

Y la repetición de este falso horizonte casi sin variaciones, como un "mantram" visual, quizás hizo surgir en mi mente una sentencia algo geométrica “…Una recta puede ser un segmento pequeño de una gran curva...”, lo que fue un tipo de metáfora inusual para mi sistema habitual de representaciones.


Y a partir de esta rareza, me acordé de las dificultades históricas que tuvimos los humanos para representarnos acertadamente a nuestra Tierra…creyendo por milenios que nuestro planeta era plano o cuadrado….y que siempre estaba quieto!


Y recordé a Silo y su insistente enseñanza sobre la importancia del punto de vista en la observación de cualquier fenómeno…y sus ejemplos….recordé lo que definía como “la mirada del labrador”, ubicado a ras del terreno….luego “la mirada del aviador”, elevada sobre el mismo terreno…y por último, “la mirada del astronauta”, más amplia y observando mayor contexto espacial sobre aquél terreno.


Y me acordé de algún error cometido en la observación de situaciones vitales propias y ajenas….y de aquél agradable acierto, cuando pude elastizar mi mirada intentando ubicarme en “el lugar del otro”…y de aquella otra situación, cuando pude “verme desde arriba” y caí en cuenta de algo importante en mi conducta.


Y me sonreí compasivamente, al darme cuenta que no es algo tan simple apreciar y ponderar adecuadamente las distintas situaciones en que uno vive...y ni hablar de las que viven otros!


¿Un mate, Jano?...preguntó uno de mis compañeros de viaje, en esa también falsa estática de los 120kms x hora...Claro, cómo no!...le respondí.
Y apurando un sorbo de esa infusión guaraní, me dije…es curiosa la monotonía perceptual que brinda la Pampa argenta…pero en ocasiones, la letanía de esa llanura inagotable puede llevar a una cierta introspección y también puede ayudar a despertar alguna que otra relación sorprendente.


Por último y en un silencio casi monacal, "me prometí" estar más atento a los puntos de vista desde los cuales infiero "mis realidades"....espero no distraerme con los molinos y el estado de los alambrados...jajaja


Sí…esto me ocurrió una vez.
Jano Arrechea, nov 2016





Me ocurrió dos veces. El asombro me llegó a través de dos noticias. 
Primeramente me anoticié que, en Estados Unidos, uno de los regalos más frecuentes a los familiares y amigos para las Navidades, son las armas de fuego (?)….y que la abundancia de armas en la casas genera allí la muerte de un niño cada 2 días, en accidentes domésticos con ellas.

Y me acordé de la violencia policial contra los afro-americanos…y de los jóvenes asiduamente entrando en universidades y colegios, disparando a todo lo que se mueve…y de esa tendencia invasora que tienen esos muchachos…y de esa basura conceptual, promovida desde allí, que dice que en la vida hay “ganadores y perdedores”.


Seguidamente me anoticié que en muchos países, incluido Argentina, ya se puede contratar y se lo hace, a alguien para que dialogue y lo escuche a uno. (?) Con tarifas por hora, claro…una suerte de prostitución emotiva….como escribió Silo hace 15 años, "el Dinero es todo"…también parece ser amistad y comprensión.


Y me pareció que el mundo que se va tornando cada vez más desconcertante y cruel…y que es una ilusión suponer que, con no enterarse o con aislarse, uno puede mantenerse “a resguardo” del ambiente y los acontecimientos de esta época.


Porque ese ambiente y esos acontecimientos tienen la curiosa habilidad de, tarde o temprano, acercársele a uno…o a los próximos a uno…que es como lo mismo.
Mejor será, como sugirió también Silo, “atarse al mástil de la embarcación, como hizo Ulises, para no tentarse con el canto de las sirenas”.


Mejor será ir construyendo un centro interno que le permita a uno sortear este “mar malo”…estas tempestades…pero eso sí, como sabiamente dijo un amigo, con la esperanza INMENSA que para la Humanidad vendrán mares y vientos mejores.


Sí…esto me ocurrió dos veces.

Jano Arrechea, octubre 2016





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Me ocurrió tres veces. 
Desde fuera de la situación sólo se habrá visto a dos personas dándose la mano con cierta cordialidad. Pero desde dentro.... fue otra cosa !. 

En las tres ocasiones, cuando extendí el saludo hacia mi amigo y se produjo el encuentro de manos, tuve la impresión certera que en ese amigo vivían varias personas...es raro, no?...pero eso experimenté.

Como personas sentadas en las mesas centrales de un bar figurado, había allí un poeta, un cronista histórico, junto a un mago y también junto a un ser de inteligencia desbordante...y no exagero si cuento que en las mesas del fondo vislumbré a otros muchachos.

Las tres veces mi mano derecha sostuvo el apretón, sabiendo que se necesita algo de tiempo para saludar a varios amigos.

Por esta misma necesidad, en dos de las tres ocasiones tímidamente también acerqué la mano izquierda al saludo, quedando su mano derecha (o sus manos derechas ja...) entre mis dos abarcativos tentáculos.

Curioso lo interpersonal...muchas veces uno siente que atrás de un saludo no hay nadie y otras, que hay una multitud.

Sí....me ocurrió tres veces.

Jano Arrechea, Junio 2016