tercera cuaterna

Propósito

Que tienes tú,

que despiertas preguntas nuevas,

aspiraciones irreconocibles.

Que arrebatas

produciendo emociones desconocidas,

detonando sensaciones ocultas.

Abajo, las profundidades del fuego,

magma encendido, de rugido impresionante,

arriba, los umbrales abiertos

océano de estrellas pintadas de música.

Busco al poderoso motor creador,

inspirador  desde los primeros pasos,

transformador de todo lo que toca.

Quiero sumergirme en su indescriptible sentido,

ése que otorga bondad, amor y compasión 

para transformar mi finita existencia.

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 Oleada

A veces cuando la extensa mirada

recorre la aridez del desierto,

una oleada tenue, sutil

se acerca con la profundidad de un maremoto.

Se retira silenciosa,

dejando todo inundado 

de respeto profundo por el otro.

Lo que queda respira

serenidad, alegría y lucidez.

En mi caso no es habitual,

para nada, 

experimentar bondad,

y acá ocurre de manera creciente.

Experiencia extraordinaria

que conecta con el otro

en una dimensión conmovedora,

produciendo felicidad en un elevado nivel.

El otro existe en sus mejores aspiraciones.

... hace bien. 

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Otro

De pronto me di cuenta

de que era otro quien miraba por mis ojos.

El instante se escabulle hacia la profundidad,

y atrapo con mi mano

lo que queda en la memoria.

Ese otro, ronda alrededor mío,

presencia frágil de sutil mirada,

que expresa la belleza de la bondad

abierta de par en par.

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El lugar donde anida la Luz

Ascender hacia el lugar

donde se encuentra la Luz,

equivale a la experiencia de encender fuego

con el roce sostenido de las piedras.

Así, golpeas perseverante

sintonizándote

con todo tu cuerpo, arriba,

librándote de contenidos

hasta llegar al vacío.

Entonces brota esa especial chispa

que se anida en la yesca de tu mente

y desde lo profundo surge el soplo divino

que alienta al débil fuego.

Todo se estremece,

el cuerpo vibra y se conmociona

ante el nacimiento de la gema preciosa

que resplandece

en mil colores.

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Avances y retrocesos

Avanzo, retrocedo,

¿Cómo experimentar avance, cuando se ignora el camino?

¿Será el adentrarse hacia regiones sin huellas?…

Avanzo y también retrocedo día a día.

Sin embargo, las sumas y las restas van dando un más.

El registro de avance viene desde muy adentro,

coteja las acciones y sabe si la cabeza o el corazón se truquean.

¿Qué es avance y qué retroceso?

Hay una mirada que considera que todo suma, sin restas.

Me desplazo en una expansión, en 360 grados.

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Un lugar soñado

Es un recinto,

de sensaciones puras.

Espacio donde se yergue la luz,

En una construcción indescriptible.

La luz en lo alto

traducida en ámbito y objeto,

inmersa en lo profundo de un espacio oscuro.

Entonces surgen

cuatro columnas muy antiguas

sustentan arriba el símbolo implícito de la Escuela.

Su circunferencia central

es el espacio abierto

que comunica con otro plano.

Es la puerta

cuyo vacío es energía pura.

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Habitación

Hoy he entrado

en una habitación nueva.

Me he adentrado

en un espacio desconocido.

La novedad es el registro de su vacío,

inesperado,

indescifrable

y sin embargo tan presente.

Luego

queda la suave conmoción

el agradecido sabor de lo inexplicable.

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Instantes

Camino por el borde de un anillo que modifica el espacio.

A un lado los impedimentos, la intromisión del yo,

al otro una forma nueva de estar en el instante.

Me desplazo en la frontera del reconocimiento de lo nuevo.

Extraña experiencia la de rozar lo desconocido,

al transitarlo se experimenta ya vivido.

En el borde se oscila.

Asomo a registros abiertos y transparentes, sin contenidos residuales.

El yo intenta controlar,

también a describir o explicar lo que se devela.

Es un ejercicio hermoso de conmociones y desapego

en medio de la suma compleja de intenciones.

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La interna mirada

Así inesperadamente,

sentado frente a nada,

mas bien frente a sí mismo

uno se contempla.

Curioso, porque parece de una simpleza típica

pero discretamente resuena como un histórico momento.

A uno lo inunda un especial registro

viéndose por primera vez,

hay algo de sorpresa, sobre todo curiosidad.

Se ve el reflejo en el agua lábil,

mientras en la mirada un particular brillo

deja entrever la unidad poderosa de la interna mirada.

Momentos, uno frente a uno mismo,

el tiempo se detiene, mientras todo continúa.

Silencio,

la suave conmoción

desnuda un nuevo significado.

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Primera vez

Creo que nunca me había sucedido.

Fue un par de veces,

momentos largos en días seguidos,

me encontré mirando, como por primera vez, lugares conocidos.

La calle, los árboles cotidianos, las casas del barrio

de pronto enmudecieron.

El supermercado, la gente arremolinada, los objetos en las repisas

desaparecieron,

en el sentido de que dejaron de tener significado habitual.

En un instante el lugar fue otro, no hubo cotejo con nada usual,

los objetos eran los mismos pero eran otros.

Era como si se penetrara en una nueva dimensión,

como si se pudiera habitar este mundo de diferentes maneras,

o al revés,

como si uno estuviera habitado por mundos diversos.

Caminaba, ese par de veces, dándome cuenta

de la curiosa estructuración.

Tal vez en otro tiempo y espacio, pero no era tema.

Era la perplejidad de caer en cuenta,

Por un lado en el instante presente y al mismo tiempo

ganas de decir aló, ¿quién soy, dónde estoy?,

¿hay alguien o algo identificable aquí?

Divertido luego observar la transición,

intermitente hasta el olvido.

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Ir a Dios

Ir a Dios

es saltar por sobre las alicaídas creencias epocales de lo que es Dios

es vencer las resistencias de lo que parece imposible

es desnudarse, despojarse de todo ropaje y adorno

es caminar adentro muy lejos

abierto a la inmensidad de la estepa helada

centrado, sabiendo esperar 

vaciando todo contenido, toda censura

todo apego de acierto o decepción.

A veces por unos instantes surge la aurora boreal

de colores irreconocibles, que conmociona de manera no habitual.

He llegado ahí desde muy lejos, desde los fiordos que me vieron nacer

donde el gran árbol hundió sus raíces en la profundidad de mi corazón

y si bien no sé donde estoy y tampoco sé donde me lleva el viento del norte

me mantengo firme acrecentando la intención interna.

Siento a la aurora dándome la bienvenida, muy cerca,

en el umbral de entrada.

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Ayer observé

Ayer observé el delgado hilo de temor

que iba desenrollando para no perderme en la inmensidad del vacío.

La invisible madeja cumplía su cometido

mientras todos los contenidos se fueron distanciando

como si me alejara de mi mismo.

He visitado antes ese espacio abierto

pero rodeado de registros y sensaciones vinculadas al cuerpo,

eso me daba la seguridad de lo conocido pisando tierra extraña.

Ahora era diferente, nada se vinculaba con nada,

no había apoyo ni se establecía relación alguna

cuando el sí mismo se adentraba sin fronteras.

En ese vacío a veces uno recrea apegos y temores

para intentar recuperar la cordura.

También es cierto que en ese vacío uno se libera 

traspasando otro espacio, despertando conmociones nuevas.

Hoy nevó con copos de silencio en un cielo abierto,

sutiles comprensiones cubrieron la aridez aparente y develaron sentido.

De rodillas beso agradecido la tierra y la bendigo

mientras palpo con las manos el instante otorgado.

Una liviana lucidez hace mirar a lo alto,

y me adentro, cada vez más lejos, hacia lo totalmente desconocido.

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Hasta aquí

Hasta aquí he llegado caminando.

Transitando con acierto y error

perseverancia

certezas e incertidumbres.

El camino ha desembocado

en una gran explanada

abierto el cielo en la inmensidad de la noche.

He caminado hasta aquí

buscando el coraje que faltaba,

el salto

toda la energía disponible

impulso profundo del propósito

paciencia.

En el trayecto los fantasmas fueron repelidos

los temores mas grandes ahuyentados

En el olvido, aún faltaba uno  

parecía el más inofensivo...

escucho en mi cabeza ahora su imperceptible voz

resonando en el corazón con rugido aterrador.

Fallarás…

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Frente al infinito

Observo la inestabilidad,

me equilibro en un hilo.

A mayor liviandad profunda,

mayor resistencia externa.

Por una parte,

se registra la profundidad conmovedora,

dadora de significados nuevos.

Por otra,

se siente la resistencia indudable,

que aterra o purifica con sus fantasmas.

Todo es real, todo puede ser o no ser,

según sea cómo uno se emplace.

Aquí, en la intimidad del silencio,

frente al infinito

uno se juega la eternidad completa.

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 Muñeco de trapo

Han pasado horas

aun no sé explicarlo.

Ahora camino por el supermercado

con la mente abierta de par en par.

Por momentos uno se olvida de sí mismo

sin embargo el vacío te recupera nuevamente y

la expansión explota hacia lo profundo.

La próxima mirada, el siguiente objeto

es una efímera quimera

frente a lo inescrutable que se experimenta

en tiempo presente.

Camino con la mente despejada

como si se hubiera abierto el infinito

no hay nada ni siquiera apego

mientras uno continúa

transitando como muñeco de trapo.

Arriba la mente abierta

debajo el muñeco de trapo.

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El comentarista interno

Surge el observador que atrapa el momento

comentarista que intenta relatar lo que se vive,

pero entonces ya no hay nada…

allá ronda buscando recuperar el control.

Ahora viajo hacia adentro

sumergido en el vacío.

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Curiosa comprensión

Ayer

una comprensión no habitual vino de visita

dejando perturbado el orden establecido

llegó silenciosamente

trastocando la tradicional estructuración

Luego

continuó intermitente, largas horas,

como esas conexiones de luz que chisporrotean...

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¿Quien soy-quién eres?

Te inundo de amor y eso es divertido

porque ahora te ríes con libertad.

Te inundo de bondad y tus ojos se abrillantan

al mirar directamente de corazón a corazón.

Has liberado un tesoro y puedes rescatar aún mucho más

tan sólo abre la puerta que ya no necesitas llamar.

Escucho el caudal que trae la vida

para nutrir al mundo.